miércoles, 12 de mayo de 2010

El docente como mediador en la enseñanza de la lectura

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Coordinación General de Estudios de Postgrado
Subprograma de Especialización y Maestría en Lectura y Escritura
Curso: Teoría de la Lectura y la Escritura
Licenciado Francisco José Bolet



Participante: Profesor Reynaldo Cedeño
Cohorte: III – 2009


El docente como mediador en la enseñanza de la lectura


Los niños cuando asisten a la escuela llevan consigo una serie de conocimientos previos que son determinados por el contexto, la realidad donde han crecido, su familia, entre otros elementos. Por otra parte, los niños y niñas que inician la educación formal saben de la existencia de ese “algo” que los adultos usan para comunicarse, de igual manera de algún modo tienen contacto con la oralidad, también se encuentran, en algunos casos, con el hecho de que al menos un adulto significativo hace uso de la lectura como objeto de goce. Entonces se da por sentado que los niños desde temprana edad tienen consciencia de que la lengua escrita está en todos lados, es por ello que la en la escuela se considera que el leer y escribir implica un aprendizaje que debe ser funcional, debe servir para algo pero este proceso tiene que desarrollarse de manera tal que sean productivo.

Sin embargo la lectura tiene una arista que pocas veces la educación formal considera: el goce de leer por leer, por esta razón, el docente que intenta la enseñanza de la lectura debe tener en consideración que hay que acercar a los niños a este conocimiento pero que implique disfrute, sentar las bases para que el estudiante logre apropiarse de un proceso que no solo será de beneficio para su actividad escolar, sino como vía de escape para un mundo nuevo. El aprendizaje de la lectura y la escritura tiene su fundamento en la realidad de cada individuo, aunado a este aspecto se debe considerar al maestro y cómo puede influir en está apropiación.

La decodificación de la lengua escrita depende de cómo sea apropiada, desde qué realidad y cómo se maneje el código en ese contexto. En las escuelas públicas, una gran mayoría, de los estudiantes se encuentra inmersa en ambientes muy desalentadores: falta de recursos, estructuras deterioradas, situaciones de riesgo, docentes sin ánimo de enseñar y carentes de información teórica, entre otras cosas. Por consiguiente, se hace urgente que la escuela, y sus actores, dejen de formar sólo para el desciframiento del código escrito. Es necesario que el docente se convenza de dar funcionalidad social a la lectura.

El rol del docente como mediador y promotor de lectura es un punto de apoyo durante el proceso de la enseñanza y adquisición de lectura como actividad que permita el goce y el conocimiento de mundo, pero no es la solución que permitirá erradicar totalmente lo que desde tiempos remotos la escuela ha promovido: leer para evaluar y no para disfrutar. Es largo el camino para llegar al uso de la lectura como acción que implica disfrute. Es decir, los docentes están al tanto de la falta de interés que demuestran los estudiantes para con la lectura, lo que muchos ignoran es que en la medida que ellos se formen, entonces serán parte de la solución, la formación docente es la puerta para que en la escuela se inicie el cambio de la concepción de la didáctica en materia de iniciación de la lectura, actualmente la educación formal está produciendo alumnos comunicacionalmente incompetentes (Campos, año 1987), dicho de otra manera, analfabetas funcionales. Hay que tener siempre presente que no todos están llamados a ser letrados (Cassany, año 2009), pero sí: usuarios adecuados en el uso de la lengua y sus dos formas oral y escrita.

La enseñanza de la lectura y la escritura tiene un principio formal, que se sustenta en la realidad, en los conocimientos previos que permitirán al lector construir un significado nuevo, es decir, tendrá la eventualidad de comprender un texto. Y esta nueva información formará parte, a su vez, de sus conocimientos previos para utilizarlos cuando una nueva situación lo requiera. Es posible que el docente inicie en la escuela el proceso, y que durante todo el periodo de escolaridad se desarrolle y fortalezca, está llamado a ser un mediador, un punto de apoyo para que el niño aprendiz, se aprehenda de herramientas que permitirán desarrollar instrumentos de valor para la formación integral del ser humano, pero no está solo. Hay una institución en la que se desarrolla su labor y en ese espacio formal deben operar para crear experiencias que no alejen la lectura de su verdadera finalidad: dar al alumno herramientas que le permitirán estar actualizado en el presente, reflexionar sobre el pasado e inferir sobre el futuro. Una vez abierta la puerta de inicio, el fin se aleja más.

La escuela y sus docentes deben tener presente que la lectura junto con la escritura forman un binomio de importancia para la formación integral del individuo y esa función debe ser el norte, pues si ambos procesos se enseñan con solo una intención escolar se vicia su verdadera función. Leer y escribir no es el fin en sí mismo, es la vía o medio que serán valorados según el uso al que sean sometidos. La enseñanza de la lectura debe ser considerada un asunto serio y hasta ético, por la implicación social que tiene.

La escuela en su totalidad, tiene un compromiso con la sociedad y es este el principio del que debe ocuparse: de la formación integral del ser humano. Tiene la obligación (o al menos es el deber ser) de proporcionar herramientas para que los usuarios adquieran conocimiento y poder acercarse a la creación de una teoría del mundo que le rodea. Así mismo tiene que ser mediadora entre sus integrantes para el desarrollo y aprehensión de la lectura como fuente de sabiduría para el goce y no como cuestión estrictamente evaluativa.

El docente tiene que ser mediador, orientador y un maestro que facilite de manera formal en la escuela, el proceso de aprendizaje de la lectura para mostrar caminos, y desde este rol no olvidar que el objetivo fundamental de la lectura es la comprensión de lo leído, teniendo en cuenta que este hecho requiere ejercicio permanente y atención esmerada por parte de los estudiantes inmersos en el proceso de escolaridad, amén del refuerzo en el hogar.

El maestro debe ser ejemplo, tener textos siempre accesibles en el aula, sin ningún tipo de discriminación, permitir que el alumno pregunte, se cuestione, educar desde el niño, su realidad, su edad, no perder de vista que cada alumno tiene un proceso de aprendizaje lector diferente y que por ello el cómo se va apropiando de las habilidades de lectura, no obedece a una cuestión colectiva. Cada docente tiene la obligación de responder a los intereses y necesidades de cada edad y tratar de no alejarse del contexto en el que su estudiante vive. Acercar a los estudiantes desde el afecto, mostrar que la lectura es la vía para conocer y creer en un mundo posible.

La lectura es un proceso que una vez adquirido y desarrollado, puede generar conocimiento y por eso se adquiere de manera individual, es decir a un paso que será determinado por el propio interés de cada estudiante, por ello el docente mediador tiene que tener en cuenta las individualidades no el grupo, un conjunto de alumnos no aprende al mismo ritmo, cada uno marca su propio camino, según su caminar.

Finalmente la profesión docente debe pasar por una revisión desde sus bases y ser replanteada, aspectos como la vocación y el servicio tienen que ser considerados, las casas de estudios superiores donde se forman profesores, junto con el Estado, tienen que plantearse un docente nuevo con un perfil que se adapte a la realidad del país, tenemos que darnos cuenta que la escuela está fallando en materia de enseñanza de la lectura, y también hay que considerar que la Universidad falló primero, por ello también tiene su cuota de responsabilidad. La formación docente tiene que ser incentivada desde los empleadores, públicos y/o privados, en el área de la educación con fin de que los maestros crezcan en vocación y conocimiento. Mantener contacto con ellos en las aulas, supervisar, acompañar sus métodos. También hacer prevalecer el deseo de ayudar a los estudiantes con la enseñanza de la lectura y la escritura, que sea su motivo. En la formación y actualización docente empieza el camino de la escuela nueva.

Referencias

a) Avilán Díaz, A. (2005). Comprensión de lectura. Brújula escolar. Año 1 No 21. Caracas.
b) Cassany, D. (2009). Para ser letrados. Voces y miradas sobre la escritura (comp). Barcelona: Paidós.
c) Campos, E. (1987) gramática textual y enseñanza de la lengua. Revista de Lingüística. IUPEB. Barquisimeto.
d) Cossettini, O. (1961). El lenguaje y la escritura en primer grado. Buenos Aires: EUDEBA.
e) Dos Santos, N. (2005). La lectura emocional. Brújula escolar. Año 1 No 21. Caracas.
f) Fraca de Barrera, L. (1998). De la naturaleza de la lengua escrita. Letras 54-55. Caracas: Instituto Pedagógico de Caracas.
g) Lerner, D. (1994). Capacitación en servicio y cambios en la propuesta didáctica vigente. Lectura y Vida. Año 1. No 3. Buenos Aires.
h) Peña, J. (2005). Una experiencia de lectura y escritura en el aula. Brújula escolar. Año 1. No 20. Caracas.
i) Sánchez, B. (1972). Lectura. Diagnostico enseñanza y recuperación. Buenos Aires: Kapelusz.

martes, 4 de mayo de 2010

Literatura Infantil y Juvenil

Universidad Pedagógica Experimental Libertador

Instituto Pedagógico de Caracas

Coordinación General de Estudios de Postgrado

Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura

Curso: Literatura Infantil y Juvenil

Profesora Norma González Viloria

Participante: Profesor Reynaldo Cedeño

Cohorte: III – 2009

¿Para qué sirve la literatura dirigida a niños y jóvenes? La respuesta no ha sido siempre la misma, y aún anda por caminos confusos, sin embargo la duda que ello ha generado si condicionó los diferentes textos que producen los adultos que escriben para este público.


Aunque no hay una claridad en cuanto a que es la literatura para niños y jóvenes si existen unas demarcadas funciones de este tipo de libros y cómo estas ayudan a la comprensión de esta corriente literaria. del hábito lector en este publico determinado. En esta línea la autora Colomer, (1999) demarco tres funciones: iniciar el acceso al imaginario colectivo, desarrollar el aprendizaje de los modelos narrativos y ofrecer una representación articulada del mundo.


El acceso al imaginario colectivo. Todo aquello en lo que se fundamenta la literatura en general, símbolos, mitos e imágenes que son utilizadas como esquemas para entender el mundo y las relaciones con las demás personas. Se entienden que estos modelos son universales y por ello se califican de colectivo. Algunos de los emblemas de las historias o cuentos para niños representan en varias partes lo mismo sin embargo la literatura recrea las historias y con ello se construyen nuevos significados que a su vez se configuran dentro del colectivo, lo que genera una ganancia que beneficia a todos.


Los niños y jóvenes tienen acceso a cuentos populares y con este goce pueden comprender la experiencia cultural y como esta comprensión inicia el conocimiento de su cultura, incorporando formas nuevas a su dialogo con el contexto. El acceso por parte de los niños al imaginario colectivo no cesa de crecer y se ve altamente favorecido por el aporte de los cuentos tradicionales y la oralidad, cuando estos elementos de orden folklóricos, sociales o religiosos son reconocidos por los lectores, niños y jóvenes, seguro los reconocerán tanto en la oralidad como a lo largo de toda su experiencia lectora en cada una de las reutilizaciones que se harán de ellos.


Cuando se lee literatura, se aprende de un modo distinto a como se hace en el aula, el ímpetu educacional de las novelas, los cuentos, las sagas, entre otras, radica en la posibilidad de establecer un nuevo punto de vista sobre el mundo ya conocido, en otras palabras recrear un mundo desde otro descrito en letras y/o imágenes que sin lugar a dudas serán incorporadas a su cultura y forma de conocimiento del mundo, además ha de ser considerado un aporte psicológico en la construcción de la personalidad


La segunda función es el aprendizaje de los modelos narrativos y poéticos, la literatura infantil da por supuesto que el de El acceso al colectivo esta demarcado también por la tradición oral considerando que en este sentido es la palabra lo que confiere acción


La definición de lo que son los libros dirigidos a niños y jóvenes está todavía en búsqueda de consolidación.

Plan Nacional de Lectura

Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Coordinación General de Estudios de Postgrado
Subprograma de Especialización en Lectura y Escritura
Curso: Teoría de la Lectura y la Escritura
Licenciado Francisco José Bolet



Participante: Profesor Reynaldo Cedeño
Cohorte: III – 2009


Referencia:


Plan Nacional de Lectura (2002-2012) Todos Por La Lectura. Acción Pedagógica. No 17. Caracas.

Vocabulario especializado:
1. Eficiente: competente o capaz de realizar de manera eficaz una actividad o función
2. Escritura: hecho o efecto de escribir. Arte de escribir. Sistema de signos utilizados para escribir
3. Estado: conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano
4. Lectura: interpretación del sentido de un texto. Hecho de leer
5. Plan: proyecto o idea, generalmente orientados a conseguir un propósito

Resumen:

“Todos por la lectura”, es el lema del Plan Nacional de Lectura, en Venezuela. Ya desde el lema se entiende que el Estado entiende y propone que es deber de todos impulsar en el ciudadano otra actitud frente a la lectura, y con ella hacia la escritura. La finalidad es impulsar y consolidar un cambio a favor de la lectura y la escritura, como procesos de impacto social cumpliendo de este modo con el deber de garantizar el derecho que tienen todos y todas a la alfabetización. El acceso a bienes culturales es una estrategia que requiere de compromiso social, por ello el Plan propone que las universidades, escuelas, bibliotecas, familias, librerías y todas las instituciones capaces de poder ayudar se involucren, no solo en el trabajo de alfabetización, sino que se ocupen de la promoción de la lectura y la escritura como herramientas de conocimiento de mundo.

La educación formal en Venezuela forma “usuarios comunicacionalmente incompetentes” Campos. (1987). Lo cual genera, por lo general, que el uso del léxico es pobre, amén de que no saben cómo usar los diferentes sociolectos en ambientes de interacción social, debido a este fracaso la responsabilidad de formar lectores competentes ya no es solo de la escuela, leer y escribir son comportamientos sociales, son derechos fundamentales de todo ser humano, por ello el Estado venezolano, reconociendo esta situación exhorta a todos para que fijen postura frente a este hecho. Con esta invitación propone una interacción que impulse que los ciudadanos tengan acceso a la lectura, escritura y a los libros de manera libre y espontánea.

Con el Plan Nacional de Lectura el Estado se plantea desarrollar la capacidad lectora del ciudadano, ampliar la experiencia lectora en la población venezolana, combatir el analfabetismo, el analfabetismo funcional, impulsar el bienestar colectivo, salvar la brecha tecnológica, que según estudios previos al diseño del Plan alcanzó un 80% en el año 2002, propiciar una sociedad integrada, promover la comunicación como factor de desarrollo humano y progreso.

El desarrollo humano está vinculado con la cultura, la vivienda, la salud, la alimentación, el deporte y la lectura de manera muy estrecha porque configura la necesidad básica de todos los venezolanos como clave esencial para el crecimiento, desarrollo y sustento de la sociedad, por ello el Plan busca afianzar en el usuario procesos de lectura y escritura con el firme propósito de lograr que las grandes mayorías se apropien de las herramientas culturales a su disposición.

El logro de estos objetivos, en el país, depende netamente de los esfuerzos grupales que se hagan, en Venezuela no está arraigada la costumbre de leer, aunque el disfrute de la lectura varia de un ciudadano a otro, por ello se hace urgente el establecimiento y desarrollo de espacios donde la promoción de la lectura, el dialogo entre la gente, conocimiento de mundo y pluralidad sean puntos a favor de los usuarios y sus intereses

Comentario Crítico:

El Plan Nacional de Lectura “Todos por la lectura” parece ser una utopía, el ideal que se quiere alcanzar en todos los ciudadanos que viven en Venezuela, el hecho de que todos se involucren en un proyecto que redundará en un beneficio colectivo le genera una valía que le otorga nobleza, pero también crea incertidumbre debido al momento social, económico, político y educativo que atraviesa el país en estos tiempos, sin embargo la propuesta está hecha y en periodo de ejecución, pues los años de práctica abarcan desde el 2002 hasta el 2012, un total de 10 años.

Con este proyecto se garantiza que el usuario tenga la virtud no solo de “leer” el sistema de la lengua escrita, sino que sepa escoger que textos usar cuando necesita resolver problemas y no atenerse al material que otro le pueda ofrecer, formar usuarios críticos. La escuela está en crisis, con el Plan, se busca aminorar esta situación e impulsar en los usuarios un cambio de postura, que asuman dentro y fuera de la escolaridad, que la lectura no es solo una actividad escolar, sino un medio para mejorar su formación académica y una vía para el desarrollo y mejora de la sociedad; es decir promover una lectura eficiente que garantice el ejercicio de los derechos y deberes, el acceso a mayores niveles educativos y mejorar la calidad de vida en la comunidad.

Los docentes deben convertirse en lectores competentes, enseñar a leer desde el goce y el ejemplo, mostrar a los estudiantes mundos posibles, que entiendan que en la investigación-acción esta la posibilidad de acercarse y acercar a la escritura como descubrimiento para la reflexión del pensamiento y de la oralidad, esta ultima como factor de conocimiento y sustento del contexto en el que está inmersa la escuela; su comunidad.

Los libros, lectores y escritores son componentes destacados de la cultura escrita por eso es vital hacer ver y reconocer que esta llegó para quedarse, no pasará, no se detendrá; por siempre permanecerá. Entonces se hace urgente que la sociedad la entienda y, sobre todo, asuma la significación social que tiene la lectura y la escritura para que el esfuerzo grupal de todos los involucrados en el Plan permita su mejora constante en nuestro país.

El Estado venezolano reconoce que será un proceso difícil de culminar si no se hacen esfuerzos en todos los espacios, escuela, comunidades, medios de comunicación social, audiovisuales e impresos, sino hay un trabajo complementario basado en un energético plan de actividades que ganen en concreción y permanencia en el tiempo y que además le de relevancia a la educación desde los primeros años hasta el adulto, todo esfuerzo será en vano. La educación andragogica es pertinente entendiendo que en todo hogar hay un adulto significativo que concibiendo atracción por la lectura influirá de manera positiva en el niño que se inicia en los libros.

En un país de libertades el Plan busca democratizar, ya que es derecho de todos el acceso a la lectura, a la escritura y al libro, y su promoción dentro y desde las comunidades. Es necesario que los sectores sociales estén conscientes de su capacidad para abordar la necesidad de impulsar el goce por el hecho lector y que trasmitan su necesidad social.

“Todos por la lectura” es un Plan desarrollado desde la investigación que reconoce las deficiencias y desde ese aceptar de las fallas está proponiendo un proyecto que ayude en la búsqueda y construcción de soluciones desde adentro, usando el dialogo como herramienta de sustento, considerando que en la medida que la población esté formada las mejoras sociales redundaran en el beneficio de todos y para ello la lectura y la escritura son el mejor camino.